Capturándote (WEST)

((lo siento!!! No habia visto este tema!!!... yo pense que me ibas a enviar un mensaje privado D:))

Su hermano siempre había sido una persona difícil de tratar. Para estar emparentados sus personalidades era completamente diferentes, siempre lo habían sido. Cuando era pequeño lo admiraba y lo veía como un adulto maduro, cuando él mismo creció se dio cuenta que su hermano era mucho menos serio de lo que parecía; había estado equivocado.
Aceptaba y apreciaba mucho a su hermano y en el fondo no quería que cambiara, pero a veces su comportamiento le era imposible de soportar.

Gilbert, cuando estaba ebrio era demasiado hiperactivo, por eso le evitaba de vez en cuando, era mucho mejor tratar con el sereno Prusia que ultimamente casi nunca se presentaba.
Al parecer su hermano se había dado cuenta que lo evitaba, había ido a su casa ¿¡CON UN LATIGO!? Lo seguía con una mirada de loco, y el intentaba a toda costa evadirlo, pero se movía con agilidad y cuando no estuvo atento lo derribó con el látigo en su pierna haciendo que cayera en el sofá, cerró los ojos al impacto y sintió a Prusia encima de él.
-Arggghhh... NII-SAN!! ¿¡Era eso necesario!?

-Arghh!! - Se quejó por los golpes del cojín en su cara, en realidad no dolían, solo eran molestos y le dificultaban la respiración.

-No te evado!! - Mintio, sabía que era cierto y que el otro lo había descubierto, ademas Gilbert le había enseñado todo lo que sabía y jamás el "pequeño West" había sido capaz de mentirle a su hermano mayor sin ser descubierto, incluso muy pequeño había aprendido eso.

Se preocupó mucho cuando sintió el látigo en su cuello, al momento se dio cuenta que no ejercía presión, solo era una forma firme de sostenerlo abajo del otro, demonios, se sentía como un perrito dominado. Podía ser Alemania mas alto que Prusia y con mas músculos, pero no por nada se había ganado su hermano el título de "experto en estrategias"; y eso que se suponía que el alumno debía superar a su maestro. Aquí no había nada que podía hacer, estaba seguro que si se movía, el látigo solo se ceñiría en su cuello impidiéndole respirar.
Pero por otro lado, podía confiar en que su hermano "lo quería" así que no lo haría sufrir y no pretendía matarlo. Aunque de seguro encontraría la manera de mantenerlo debajo de él sin lastimarlo de verdad.
Pros y contras se seguían formando en su cabeza hasta que decidió que talvez se merecía este trato, aunque no estaba muy dispuesto a soportarlo.

Sintió sus narices rozar y la cálida respiración del pruso sobre él, movió la cabeza para apartar ese pensamiento y escuchar lo que le decían.
-No se... eres mucho para mí, a veces solo quiero estar tranquilo leyendo y contigo es imposible!! - Le contestó molesto por haber llegado a estos extremos para preguntarle eso. Si era muy ruidoso y el solo había querido un poco de paz y tranquilidad... no le parecía tan malo.

Observó como su hermano pareció pensar por un momento en lo que le había dicho. Luego lanzó un grito de guerra (xD) y lo siguiente que sintió fue un gran golpe en su cabeza y luego un agudo dolor que lo dejó mareado.
No pudo quejarse por el golpe, o decir nada, solo debilmente mover los ojos hacia el cabeza dura de su hermano.

Hasta que pudo usar su fuerza para hablar, mientras seguía viendo doble, incluso con la dificultad que se le hacía con el látigo en el cuello, le dijo
-Bru...der eres un... idio.. - Antes de terminar de hablar sintió como su hermano se movía hacia su pecho, enterraba su cara ahí. Se confundió, ¿Que pasaba? ¿Era algun otro truco?
Acaso... temblaba? Levantó sus manos para sostenerlo, claramente podía ver que estaba deprimido, lo conocía a la perfección, así como Prusia a él.

Odiaba verlo así, así que logró llevar sus brazos hacia la espalda del albino, intentar abrazarlo, aunque se le daba pésimo las muestras de cariño, pero de alguna manera, lo quería consolar.
-Eres tan bipolar - Dijo con tono de queja sin ningún enojo, talvez en lugar de eso, había cierto afecto en su voz.

Vio con pesar la profunda tristeza en los ojos de su hermano, no tenía idea de qué había pasado, o de cuando se cambio toda su energía y rigurosidad por este estado tan depresivo.
Sus miradas se cruzaron, y Alemania le expresó una profunda preocupación a través de sus ojos. Comenzó a darse cuenta de que él era la razón, que él era el responsable de poner así a su hermano mayor, una culpa se asomaba en todo su ser, poco a poco apoderándose de él.

-Te respeto - le contestó, aunque parecía lo contrario; muchas veces había tratado como un niño a la persona que se hizo cargo de él desde que tenía memoria, ahora Ludwig solo quería que le creyera.

Escuchó el insulto sin energía de Gilbert, y justo cuando le iba a contestar alguna clase de respuesta o enseñanza sobre a quien verdaderamente había que llamarlo idiota, sintió los labios del albino sobre los suyos, tomándolo completamente desprevenido.
Quiso preguntar ¿que diablos le pasaba?, ¿que demonios había sido eso? pero no lo hizo. Pudo ser talvez porque no era el momento adecuado, dada la sensibilidad y melancolía de su hermano; pudo ser quizás tambien por la misma culpa que sentía que no podía reclamar nada, ni siquiera una explicación; pudo ser incluso por la sensación de sentir esos suaves labios tocando los suyos de una forma tan dulce y apacible; que se sentía mudo solamente mirándolo, no podía hablar, solo estaba esperando.
-Prusia... - Logró decir con un poco de esfuerzo, ninguna otra palabra pudo articularse despues.

(( O__O... sin comentarios.... bueno solo uno: *7* ¡¡¡morí con sexy seme Prusia!!! :3 )))

Su hermano no le contestó nada, sus manos se posaron en su cabeza revolviéndole el cabello, arruinándoselo mejor dicho, no se molestó, no lo regañó, solo sintió sus frías y a la vez suaves manos agitándose y manteniendo ese contacto fraternal con él.

Lo siguiente que sintió de Prusia fue algo no muy fraternal, se podría decir.

Sintió su labios nuevamente, solo que esta vez era mas intensa, podía sentir como ese apasionado beso involucraba la lengua del albino, que combatía con la suya, en menos tiempo del que tardó en darse cuenta ya estaba respondiéndole, la maravillosa y excitante boca del mayor en la propia, sus lenguas en un contacto que iba desde caricias mutuas hasta lucha por dominio. Su concentración fue interrumpida al sentir las manos del otro acariciando su pecho y bajando a su abdomen ¿Cuando había metido las manos dentro de su camisa?
Su hermano detuvo el beso, Alemania pensó que ese sería su momento para hablar rápidamente, antes de que volviera a quedar hipnotizado víctima de el otro - ¡Creí que estabas enoj... AH! - gimió en sorpresa cuando sintió a Gilbert morder sus pezones - Bru... - la palabra se quedaba en el aire, se mordió los labios para no volver a gemir.

¿Seguir sin su consentimiento? Eso comenzó a irritarlo, podía tener a Prusia pegado a él, con su torso desnudo y besándolo; Pero la nación llamada Alemania no era del tipo de rendirse rápidamente o sin luchar; así que, con toda la voluntad que pudo recobrar de las tentadoras ministraciones de su hermano en él, lo tomó por las muñecas empujándolo fuera del sofá, cayéndose hasta que quedara debajo de él, cara a cara, imposibilitándole cualquier movimiento con su cuerpo mas grande.
- Las cosas no funcionan así, Gilbert - declaró manteniendo al ex-país con su espalda en el suelo.

Todo pasó tan rápido que ni siquiera pudo defenderse, o detenerlo... Era demasiado, esa diabólica boca usaba sus labios y dientes para atacar su cuello, no pudo evitar temblar por el escalofrío que le fue causado cuando esa habilidosa lengua pasó desde su cuello hasta su oreja.
Cuando se dio cuenta de lo que pasaba a su alrededor, pues su mente se había vuelto un poco racional de nuevo, notó, para su propio horror, que sus manos estaban fuertemente atadas con ese maldito látigo que su idiota hermano había preparado para castigarlo.

Estaba tentando su fuerza de voluntad, intentando hacerlo enojar, y cuando lo lograba con sus comentarios de superioridad... toda la ira de Ludwig era callada o reemplazada por el inmenso placer que le provocaba la mano del albino en él, fue capaz de reconocer que no habían barreras que separaran la mano de Prusia de su piel, su sorpresa causó un ligero salto.
Otro comentario arrogante y luego Gilbert se había puesto a besarlo tan intensamente, como si deseara devorarlo, idea no tan lejana a la verdad, ya que era lo que parecía por la mordidas que le propinaba.
-Haaa... Gilbert...
Su cuerpo estaba tan sensible, sus labios, pecho y miembro recibiendo esa clase de atención. Si esto era un castigo ¿Porqué era tan delicioso?

Una idea rondó su cabeza, sus manos sentían una gran necesidad de tocar, acariciar y pellizcar al otro.
Reunió todas sus fuerzas, tanto de voluntad como física, y aún con sus manos atadas besó al otro con fuerza haciendo que retrocediera y se acostara en el piso de nuevo, Alemania colocando cada pierna alrededor de su hermano.
-¡Lo siento, de acuerdo!... ¡ahora quítame esto para que pueda tocarte! - Su tono de voz era entre una orden y una petición, la lujuria se había apoderado de él, coloreando sus mejillas y dándole una expresión de deseo a sus ojos.

((yo se que hoy fui yo quien me tarde horrible, lo siento, he estado muy ocupada v_v))