Visiting my little brother...(privado y advertencia)

Se preguntaba cuantas horas llevaba allí sentado, estaba harto de firmar papeles inútiles. ¿Por qué demonios no lo hacía la Reina? Era muy cansado pasarse el día revisando documentos, aceptando transacciones o pedidos de relación comercial entre distintos países y dentro de los propios estados. Ni siquiera había almorzado ese día, no era nada divertido estar frente a ese escritorio, cuando habían muchas cosas más que hacer.

Entrecerró los ojos, quizás el sueño le afectaba relativamente. Se preguntaba que haría sin ellas para ayudarle. Pensó que, por un minuto, podía aprovechar a acostarse un rato, nadie lo notaría y podría relajarse una hora, o media, por lo menos. Se levantó entonces, dejando todo tal como estaba, mientras pasaba una mano por sus cabellos, de seguro desordenados aún, y, cuando ya iba a dar los pasos necesarios para llegar a su habitación, escuchó el timbre de la puerta. ¿Visitas?, No, imposible, él no programó ninguna visita, posiblemente era una niña exploradora, o algo así.

Frunció un poco el ceño, lo que menos quería era ir hasta la puerta cuando podía irse a la cama; mas suspiró con pesadez, hasta llegar a la entrada principal, jaló del pomo para poder ver a quién estaba interrumpiendo su tiempo libre, aunque, ahora sus ojos si lograron mostrar cierta sorpresa, su expresión de indiferencia y obstinación pasó a una bastante diferente. -What...are you doing here? - Preguntó desde su sitio, aún sin dejarle pasar, casi inconscientemente había dado un paso hacia atrás, hace mucho que dejo de confíar en su hermano mayor, hasta ignoró los modales que solía mantener.

El inglés tan solo pudo escudriñar al mayor, mirándolo como si se tratase de una persona que se ganase su desprecio total, y en parte lo era. Estaba seguro de que vení a fastidiarle, sinceramente la idea le llama muy poco o nada la atención. Menos ahora, que ni tenía fuerza para hecharlo a patadas; esa idea pasó por su mente ante el priner comentario del pelirrojo, que le sacó un bufido. -Don't You have a mirror in your bloody house?- Cuestionó a la defensiva, seguramente ni siquiera se veía tan mal...Bueno...no lo admitiría de cualquier forma.

Le veía desde su segura distancia, frunciendo el entrecejo al verlo acercarse, era como un gato arisco y receloso, que no dudaba en alzarse ante quien le parecía peligroso, aunque, casi inconscientemente, uno de sus pies se ubicó un poco más atrás, lo cual le hizo retroceder, escuchando al otro hablar con ese tono fingido que conocía, le miraba desde abajo, odiando la diferencia de centímetros entre ambos.

No evitó gruñir ante el apodo, lo detestaba tanto, que le dijesen así era ridículo, no sabía como decírselo a él y sus hermanos de que borrasen ese sobrenombre.-¿Por qué habría de hacerlo, idiota?-Respondió, pensándose muy bien sus palabras, tampoco era buena idea hacer enojar a Escocia. -My manners? They are in the wardrobe, and You mustn't be in my house, and You haven't answered me what you are doing here. -Recriminó con reproche, muy seguro de si, quería mostrarle al otro que ya no le intimidaba, aunque era mentira.

El rubio tragó saliva, su cuerpo sintió un escalofrío gracias al empujón, odiándose por dejarle pasar, cosa que le hizo apretar los puños; bajando la cabeza ante el regaño, lo que parecía una amenaza, le recordaba a su infancia, y al porque no debía reclamarle al mayor. Podría decir que sentía miedo, pero negó a pensarlo así. -They'll stay there until You go away. -Se atrevió a responderle, de lejos.

Ahora, lo que le hacía enojar era el hecho de que le tratase como un mesero, de paso, el muy bastardo fumaba en su casa. SU casa. -Deja de complacer tu vicio aquí, si deseas fumar hazlo afuera, aprovechas y te vas.- Fue lo que salió de su boca, aunque ante la oferta del mayor, fue a la cocina, tardándose un buen rato. ¿De verdad quería que se vaya?...No era tan entretenido pasar la tarde solo y firmando documentos. Pero, ¿qué estaba pensando? Claro que lo quería lejos.

Trajo la bebida, Ron, por supuesto, dejándola sobre la mesa de manera malcriada, le veía esperando que tirase el habano ahora. -Empieza a hablar.-Amenazó desde su lugar,se preguntó de donde saco tanto valor contra su hermano.

Arthur detestaba la forma en la que el mayor intentaba hacerle sentir inferior, como si por el hecho de tener menos edad le hiciese un idiota; si no respetaba a sus hermanos era por el simple hecho de que se ganaron su desprecio, su rencor o si desconfianza así de sencillo o más. -No estoy en edad de que me ordenes que hacer o como actuar- Fue su primera replica, ante el otro comentario pensó mucho más como decirle algo en contra, pero su cuerpo se paralizó al ver como se acercaba, hasta tenerlo lo suficientemente cerca como para sentir el olor a tabaco penetrar su nariz.

Ahora si le había atontado, y por algún motivo, cuando volvió su mirada al mayor, este le empujó hacia el sillón, y para su desgracia, su cuerpo cedió a aquel movimiento, sus piernas terminaron traicionándole y en un parpadear de ojos, se encontró sentado en su sofá, mientras que Escocia no se encontraba muy lejos, no podía creer que a pesar de los Años aún lo moleste, y en su propia casa. Ante la mención de España el inglés no evitó reicorporarse en su asiento, quería defenderse de todo lo que el ojiverde decía, es que, era mentira, y tenía que dejarlo en claro cuanto antes.

Intentó escaparse al sentir que se acercaba, pero podía decirse que el mayor es bastante rápido, al punto de que ya sus hombros estaban bajo el brazo del pelirrojo, de seguro se divertía mientras él tan sólo buscaba como mostrar que no era tan débil. Fue por eso que tomó valor para responder por fin a sus acusaciones, aunque tuvo que toser un poco por el habano que tenía tan cercano. -Todo lo que dices me suena a celos. - masculló, pareciendo que salía de manera espontánea cuando en realidad llevó todo este tiempo planeándole que decir. -¿No será que tus jefes están muy tristes porque en vez de ti, el mayor, el representante del Reino Unido soy yo ? ¿Justamente el menor y al que todos ustedes molestan ? ¿Será por eso? Me parece más razonable siendo sincero. - Pudo sonreír por fin, era como una clase de victoria que difícilmente olvidaría jamás. Ahora, necesitaba cerrar con lo mejor, aprovechar y salirse de allí y por ultimo ver como se iba el otro. - Me imagino que sé como te sientes, pero no voy a darte un premio de consolación, y te lo digo por última vez, en mi casa no se fuma.- espetó con deje de autoridad quería que dejasen de verlo como el pequeño Artie, ya no era así.

El inglés lo miraba con recelo, a veces las cosas eran mas difíciles de lo que parecían, siempre se encontraba con alguien dispuesto a molestarle, mientras que  él solo buscaba respeto. Aunque, pudo notar poco a poco como el mayor cambiaba su actitud, sobresaltándose al sentir el calor del cigarrillo sobre su fina ropa, sus ojos esmeraldas reflejaron lo que pasaba por su mente, debió callarse y habría ahorrado esa clase de cosas.

No podía vislumbrar si el otro se encontraba molesto, pero, cuando comenzó a hablar, no pudo evitar sentirse ofendido, quizás y tenía toda la razón, supondría que desde siempre, había sido plan de Escocia, su mirada descendió enseguida. -Independientemente, no tienes derecho a reclamarme nada. - susurró con este tono defensivo que salía por sus labios. 

Había bajado la guardia, y en unos segundos después lo único que sintió fue como el pelirrojo le había inmovilizado las manos, cosa que le sacó un pequeño gruñido, que fue callado ante el roce certero de su hermano, fue bastante repentino, y logró que su cuerpo se estremeciese gracias a un escalofrío, sus mejillas se tiñeron de un ligero carmín, buscó juntar las piernas y librarse de Ian. - N-no sé de que hablas- recriminó con voz algo temblorosa, en momentos así , era cuando Arthur no podía seguir disimulando. -R-Release me- le ordenó al notar que no podía escapar sus brazos de las manos ajenas.

Su entrecejo seguía fruncido, parpadeando constantes veces aún confundido, quizás porque tenía cierto miedo, pero más que eso, rabia, porque parecía que el mayor seguía viéndole como una persona fácil de manipular e indefensa, lo cual no le agradaba para nada; aún cuando, a manos del escocés, le era difícil aparentar lo contrario. -Aléjate. - Gruñó no del todo seguro de que tan autoritorio sonó esa orden, su cuerpo se tensó al sentir la mirada pesada del pelirrojo, logrando que tragase saliva sonoramente.

Apenas le perdió de vista, sus ojos se abrieron por completo al sentir una punzada de dolor entre sus brazos al sentir como el otro los forzaba a estar tras su espalda, haciéndole soltar un quejido inconscientemente.- ...Hng...No lo haces. -Replicó, intentando escaparse del agarre, logrando lastimarse más de lo necesario. -...N-never, never! - Negó repetidas veces con la cabeza, de manera que si se acercaba nuevamente, tan solo recibiría un golpe. Estaba nervioso, hasta el punto de sentir un escalofrío recorrerle, junto a un molesto calor que se adjuntaba a su rostro. -D-deberías largarte a molestar a alguien que si esté interesado en dejarse hacer, idiota.- Espetó por fin, áun cuando su voz se cortó un poco.