Tutorial con Heracles (Privado/Advertencia (?))

Tranquilamente y mas por evacion iba a usar el pretexto de los trastes, pero la parecer no le funcionopor que cuando parpadeo el griego ya le habia tomado de la mano y se habia acercado a el...
Su sonrojo aumento y parpadeo soltando los platos....
escucho lo de la primera leccion...

Era mas que obvio que Kiku estaba demaciado atraido hacia Heracles, y como no? era un joven demaciado apuesto...
Asi que desbio la mirada tratando de ocultar lo que estaba demaciado claro.
Le siguio con la mirada vio que se coloco detras, trago entonces un poco de saliba y escucho atento a su susurro lo que proboco un escalofrio en su espalda...

M-mi...mi...... mi habitacion es por acá....

Apenas pudo pronunciarlo despues de escuchar semejante comentario, y mas en forma de susurro asi que con la mano le indico el camino....
No savia si moverse o no, esa manita en la cintura le hacia dudar asi que mejor se quedo quieto esperando ver que aria a continuacion...

El sonrojo del japonés le había indicado dos cosas, una; que era mas lindo de lo que se había enterado; y la otra era que, definitivamente sus hormonas se llamaban una a las otras. Ciertamente, el greco espero algún comentario del japonés, antes de señalarle la dirección en la cual se encontraba su habitación, pero bien, no se quejaría, al contrario; Japón le indicaba que estaba totalmente seguro de lo que quería hacer… y “aprender” con Heracles.

Soltó a Kiku de la cintura y le tomo esta vez de una mano, no podía resistirse a sus ideas, así que tomo la botella de chocolate y se la llevo con él, se dirigió a la habitación, dejo los platos ahí, al gato, el reposo de la merienda se omitió… Tampoco fue apresurado, camino hasta las escaleras con Kiku agarrado de mano, subió cada escalón atento a Kiku de reojo hasta llegar al fin a la habitación del japonés. Sin vacilar abrió la puerta y paso adelante, como si más bien fuera su habitación y no la de su contrario. Cerraría la puerta una vez Japón estuviera dentro del cuarto.

-Antes, relájate…-sugirió, dejo la botella en la mesa de noche y volvió a capturar al japonés entre los brazos, no perdió tiempo y como acto para azararle, comenzó a besar su cuello, mientras con una mano rodeaba la pequeña cintura de Japón, con la otra bajaba lentamente el escote en “v” de la yukata, descubriendo la clavícula de Kiku para besarle y morder de vez en cuando la blanquecina piel. Su mano en la cintura del japonés se deslizo por encima del atavío hasta su torso, ropa que le estorbaba y obviamente despojaría.

Usaba el peso de su cuerpo para hacer que el japonés avanzara hacia la cama, aunque fuera paso a paso… Era de saberse la curiosidad de Heracles hacia Kiku, entonces, se podía imaginar el cosquilleo en el estomago del greco, al saber que descubriría algo no antes visto de Japón.

La curiosidad era lo que mas le movia en esos momentos a Kiku, mas que otra cosa; negandoce a si mismo sus ideas, esa curiosidad de experimentar cosas nuevas con aquella persona a la cual le tenia mas que un cariño de amigos...
Asi que por un momento de su vida; quiza uno de pocos, se sintio seguro de si mismo y de lo que estaba haciendo...

Cuando le solto se extrañlo un poco, lo seguido fue una sonrisa algo timida le agradaba que heracles le tomara la mano...
Caminaron lento, cada paso era como una heternidad para el japones, aunque sabia que debia ser paciente no se desesperaba, disfrutaba del momento aunque su rostro mostrara todas sus expreciones y no baja su rojizo color....
Entonces una vez que llegaron entro detras del griego, vienod como este cero la puerta, trago un poco de saliba...

Relajarme?...
repitio, claro que estava algo tenzo, todo eso era nuevo para el, no se habia dado cuenta de que se trajo la botella de chocolate asi que decidio preguntar...

Para que el chocolate?...
Pero al parecer esa respuesta no seria dada en un rato pues cuando se percato ya estaba de nuevo en los brazos de Heracles.
Se sorprendio un poco y por inercia sus manos quedaron recargadas en el pecho del griego. El cuello era el lugar mas sencible de Kiku, asi que sus cejas se fruncieron mostrando una exprecion algo tierna pero bastante probocadora.Inclino ligeramente la cabeza ala izquierda cuando el otro le deslizava el escote del yukata. Encuanto sintio la primera mordida cerro los ojos frunciendo mas las cejas....

Era muy expresivo en todo esto~Sentia sierta emocion que se demostraba en un cosquilleo en su estomago... Daba pasos asia atras, quiza por le peso que tenia ensima del griego, no savia a donde se dirigia, y al final, aunque fueron lentos los pasos termino topandoc con la orilla d ela cama...

Podía percibir la expresión del japonés, no era necesario mirarle, con rosar sus mejillas de vez en cuando era suficiente para percatarse del calor que les acogía, y por inercia el color carmesí se apoderaría de los pómulos de Kiku, deducirlo era sencillo. Continúo avanzando, besando con calma la piel del alvino y degustándose de este.

A medida que descubría parte de su piel, también la acariciaba, la piel del japonés le pareció tal suave y beatífica, era claro que jamás había sido profanada por alguien, totalmente inexplorado. Noto que el equilibrio de su contrario se perdió, por lo que solo empujo un poco para que Kiku callera en la cama; entonces recordó la cuestión anterior, el greco desvió la mirada fugazmente a la botella de chocolate, volvió a mirar a Japón y sonrió levemente:

-Quizá es innecesario endulzarte más… -comento mientras subía en la cama y se posicionaba justo en medio de las piernas de su contrario, separándolas ligeramente, una vez se encontraba entre ellas deslizo sus manos por las piernas del japonés, subiendo las telas de su vestuario e inclinándose hacia Kiku y apartando la cinta del Kimono con los dientes. Desvestirlo era el trabajo más desesperante, estaba la gran curiosidad de saber que escondía bajo tela aquel “país”.

El recorrido de sus manos se pauso al llegar a las orillas de la ropa interior del chico, entonces Heracles se inmuto y alzo la vista hacia Kiku, sonrió ampliamente pareciendo más gallardo, comenzó a retirarla lentamente. “Sin lentitud no hay desespero” cavilo.

Esas caricias le hacian de sierta manera sentirce demaciado bien, sentia las manos de grecia por todo su cuerpo, de sierta manera era nuevo para el y el sentir aquellas manos le hacia tener barias sensaciones...
Se sintio algo apenado ya que heracles seria la primera persona que tocaria por completo su piel y la veria por completo.... pero se le esfumaron esos pensamientos encuanto perdio el equilibrio y callo en la cama su sonrrojo aumento y mostro una exprecion de sorpresa bastante amplia...

Escucho atento la respuesta de su cuestion anterior... y le surgio otra duda...
Endulzarme mas?...

Pregunto sin quitarle la mirada de ensima, se quedo algo perplejo cuando se poso ensima de el y no supo que mas hacer que quedarce "flojito y coperando" por asi decirlo y solto su cuerpo; sus nervios aumentaron ligeramente al sentirle enmedio de sus piernas por ovbias razones....
Su cuerpo no estaba acostumbrado a que lo tocaran y por inercia su pierna se trato de separar del rose de las manos del greco pero permanecio en la misma postura ...
No perdia la mirada de grecia, el ver con que arte le despojaba de la ropa le parecia facinante y bastante desconosido, por un momento se olvido de todo incluso de su alto sentido de la decensia....
Aunque esa seguridad se esfumo cuando sintio la mano de su compañero en su ropa interior, entonces la sorpresa volvio a su rostro y la pena aumento, no estaba preparado para ver la reaccion de grecia al ver "aquello" que escondia bajo su delicada ropa interior, asi que desvio la mirada....

La actitud sumisa y ruborosa del otro, era tan amena, al greco parecía excitarle la imagen de Japón sometido a aquellas clases, sonrío sagaz. Aunque las piernas del japonés quisieran apartarse, él no dejaría que eso pasara, por su puesto que no.

-Sí... Las cosas dulces me son más apetecibles para devorar...-replico a la cuestión entrecortada de japón.

Logro descubrir la piel del joven, retiro por completo su Kimono y no pensó mucho en retirar la ropa interior, quizá con un poco de perversidad desvió la mirada para vislumbrar la explosión del cuerpo de Kiku. Quiso distraerlo de lo peor, así que se inclino y comenzó a lamer y morder la piel blanquecina del asiático; comenzó su recorrido por la clavícula y descendió por su pecho, en el cual demoro un poco más jugando con los pezones del otro, apresando de vez en cuando uno de sus botones entre los dientes, aspirando el dulce aroma de la piel de Kiku… En ese momento no hubo falta el chocolate, la piel del japonés era bastante deleitable, acompañada con estremecimientos. No hizo falta incorporarse para que Heracles comenzara a retirar sus propias prendas, comenzando con la camisa que dejo caer libremente a un lado de la cama.

-Relájate… no lo estas haciendo -volvió a pedirle, percibiendo como sus nervio se alteraban, había mucho por hacer, Grecia creía que Kiku debía disfrutar cuanto pudiera de la primera fase, que era la excitación, para su pensar la etapa más “adorable”. Ocupo una mano en la entrepierna de Japón, rosando apenas con sus dedos la forma de su miembro y luego apresándolo con sutilidad entre la mano.

La respuesta a su ultima cuestion le parecio algo obvia en esa situacion y una ligera sonrisa paso por sus labios, la cual no duraria mucho tiempo.
Sus manos estaban posadas sobre la cama y la imagen de japon se iso aun mas desebale encuanto heracles le retiro la ropa siendo que kiku no se resistia, la caida de la delicada tela del kimono rosaba la suabe piel del chico y su mirada no se distraia de la de su contrario.
Entonces su boca se abrio como si de esta fueran a salir sonidos cuando sintio el contacto con su delicado torzo, siertamente era una piel virgen; y lo que estaba apunto de salir de su garganta no lo comprendia, sus manos sugetaron fuertemente las sabanas y sus cejas se fruncieron mientras que el escalofrio que lo recorrio obligo a que su espalda se arqueara llebando la mirada al techo...

Nuevamente escucho su voz, claro que se habia tenzado de nuevo, pero se intento relajar nuevamente consiguiendolo , se penso que mas es lo que pasaria en ese momento y que es lo que tenia atorado en su garganta...

Su pierna reacciono de nuevo con el toque y su mirada intento regresar al griego la cual con el contacto de su miembro se abrio por completo....

La piel de Kiku era bastante suave, blanquecina, su figura era tan esbelta como la de una doncella a diferencia de ciertas partes que sobraban o en su defecto, faltaban.

Los hermosos estremecimientos del japonés, esos llamaron mucho su atención, le gustaba sentir la vibración de la piel ajena en sus manos, su pecho comenzaba a tomar una temperatura más alta, incluso Heracles juraba que faltaba muy poco para que sudara…Le sonrío a Kiku cuando percibió aquella mirada de sorpresa ¿acaso pensó que nunca llegaría el momento de comenzó r a “tocar”? Cínico, se relamió los labios para darle atisbo al japonés de sus siguientes acciones, se podía decir que quería advertirle.

Separo los labios e inclino apoyando una mano el colchón, bajo su cabeza hasta la entrepierna del otro, sin prisa, para torturarle ligeramente con la expectativa. Heracles tuvo que detener la faena de desvestirse a si mismo para lo que haría a continuación. Mostro su lengua, la cual amenazo con “mimar” la punta de aquella pieza de Japón, y así fue; de una larga lamida recorrió la extensión del miembro del japonés, descarado, se atrevía a dirigir desde ese ángulo la mirada al rostro de su contrario. Al momento que lamia comenzaba a mover su mano sobre el virgen, paulatinamente masajeaba su sexo y lo exitaba.