Conferencia Mundial: Cita Inesperada - Sorpresa Española

Estaba en el salón, muy grande por cierto, esperando a los mil invitados, a decir verdad a los países seleccionados pero una gran cantidad, a que lleguen al evento que él proclamó como importante y secreto, ni siquiera al italiano mayor se le escapó contar que, por cierto, se enojó bastante por "guardarle secretos" como decía él.

Envió un mensaje de texto a los demás a ver si llegaban o no, en una hora llegaba la hora que se propuso en la carta formal que su secretaria había enviado a cada uno, a sus hogares correspondientes.

Fue al pasillo, a tomar un poco de aire, y a asomarse a la ventana gigante que veía toda la ciudad, suspiró y sonrió gigantezco -¡Hoy será un día estupendo!- le encantaba ser muy optimista y más si era en ocasiones que las participaba él o él las creaba.
Tenía -o eso pensaba - el apoyo de muchos de los países que estaban por presenciar la conferencia así que se puso más tranquilo y esperó.

Recibió una carta/mail o como deseen llamarle a ese vago método de comunicación, y como siempre Hyung Soo atendió el aviso.

—Mmm. —dijo mientras leía el mensaje. Chasqueó la lengua y con un clic cerró la ventana. —Conferencia, ¿de qué me sirve acaso? —se quejó un poco y posteriormente se levantó de ahí para dejar atrás la máquina que recién había apagado.

Se vistió formalmente, aunque no tanto porque sabía a qué nivel llegaban esas conferencias, a nivel salvajismo. Así que no se esmeró tanto, más que en arreglarse la trenza que ya se encontraba despeinada por el calor que hacía en Corea del Norte.

Camino al lugar citado, pensaba en cuál podría ser el motivo de la reunión. El anfitrión era España, el loco de los tomates y aunque parezca extraño que Hyung Soo haya adoptado ese sobrenombre para alguien, era inevitable no ponerle sobrenombre a ÉL.

—Huu... —suspiró. —Esperemos que no sea una pérdida de tiempo, que si no me enojaré demasiado. —prácticamente amenazó, ya que las anteriores veces nunca se había llegado a un punto en particular.

Como siempre, fue el primero en la sala de conferencias, además de España. —Buenos días. —dijo de manera seria para posteriormente dirigirse a su asiento designado.

[OFF: ¡Ya asistí no obligadamente a la conferencia! (?)]

Hace días había recibido una carta sobre cierta conferencia mundial realizada en España. Una atractiva invitación que lo único que parecía carecer era de una explicación sobre dicha reunión, o la razón de porque se efectuaba.
La naturaleza de la tarjeta le indicaba la formalidad del evento, por lo que optó por usar un saco y corbata, satisfecho con no desentonar con los demas países que se reunirían.

Tenía ciertas dudas respecto a los asuntos que se tratarían una vez todos los paises llegaran; intentó recordar si se acercaba alguna fecha importante, nada se le venía a la mente, y eso que él era bueno para este tipo de cosas.
Talvez la única persona que podría darle información sobre esta "importante y secreta" conferencia sería Romano, pero no es como si Alemania pudiera preguntarle directamente cualquier cosa en particular, no con la forma en que el italiano le trataba, no importaba cuantos años pasaban, jamás había logrado llevarse bien con el mayor de los Italias.

Viajó al no tan cercano pais europeo, y cuando hubo llegado al lugar que describía su invitación pudo observar a España como anfitrión y a Corea del Norte como invitado que había llegado mas temprano. Vio su reloj y se dio cuenta que aún faltaba cierto tiempo para comenzar, la puntualidad ante todo.
-Guten morgen - Saludó a ambas naciones.

Aquella mañana, mientras desayunaba y revisaba su correo, notó que una era muy diferente a las otras, claro ésta tenía mas formalidad, por esto no fue difícil darse cuenta de su importancia y sin dudar se puso a leerla. La carta había sido enviada por España, citando en sí, a cada nación para una reunión - quizá sea importante....- susurro entre dientes, mientras terminaba de leerla. -¡Bueno como no voy a ir!.... - se levanto de la silla de una manera bien energica, como siempre, y alegremente comenzó a hablar fuerte para sí misma - Tal vez tengan algún problem... y Necesiten la ayuda de una verdadera Heroína ha~ ha~ ha~!!!-.

Se apresuró lo mas rápido que pudo, no quería llegar tarde en su primer día a esta conferencia, además de sentir cierta exitación hacía temas en los que involucrarán al resto.
Al llegar vió que no habían comenzado aún, claro que no fue la primera en llegar, pero al menos no había llegado muy tarde.

-Hello! Everybody!!- lo gritó de una manera un tanto informal, pero al ver la formalidad de algunos de allí presente, volvió a saludar.- Hola, bu-buenos días.. a todos...- se calmó un poco, pero sin dejar de sonreir y fué directo hacía donde se encontraban los demás invitados.

Francis hacía eones que no miraba el correo. Estaba de vacaciones y las vacaciones le suponían una desconexión de todo. Veraneaba en las playas de sus costas mediterráneas cuando, por simple aburrimiento, decidió mirar el correo en el portátil. Había muchos, los ignoró casi todos, pero no pudo evitar abrir uno de su colega Antonio. Lo leyó atentamente...

-¡¡OH MON DIEU!!- Exclamó, en medio de la playa, haciendo que todos los bañistas de la zona se girasen extrañados a verle.

¡España había programado una reunión para dentro de cuatro horas! ¡Y él ahí, en la playa, luciendo su admirable, bello y perfecto cuerpo! Nicolás le echaría una buena bronca como se enterase de que no asistiese. Y lo peor de todo, Tony también. Suerte que vive a su lado y tiene un coche muy rápido.
Cuando llegó a la sala de conferencias españolas saludó tranquilamente a todas las naciones presentes y manoseó un poco a Antonio.
De pronto, se dio cuenta de que todos le miraban extrañados.
No iba nada formal: Llevaba unos pantalones vaqueros y una camiseta anaranjada.
No un traje como los demás. Pidió disculpas, miles de disculpas y explicó lo ocurrido. Después, se sentó enun rincón, un tanto avergonzado de si mismo y esperó a que llegasen los demás. Porque, inexplicablemente, había logrado llegar unos minutos antes. Y eso le satisfaccía enormemente.

Ese dia como cualquier otro el joven japones se habia levantado temprano y habia acomodado todo en su casa ya que era bastante limpio y pulcro, entonces para comenzar su dia se cambio de ropas, su clasica yukata azul junto con unas gafas de armazon negro y prendio su Pc -la utima del mercado xD- ((nota: nihon cambia de pc como de calzones(?) xD)) y se dispuso a ver su bandeja de entrada, alli noto un e-mail de su buen amigo antonio, y dejo salir una sonrisa de su rostro, dio clic en el lugar y se dispuso a leer...

Una conferencia???

Dijo algo sorprendido, penso que la siguiente estaba programada hasta el otro mes, pero conociendo a toño algo se traia entre manos a si que no se lo perderia... temino de revisar pendientes, se cambio de nuevo y se coloco un trage sastre algo casual y junto con su camara tomo el primer vuelo hacia la conferencia...
No tardo mucho en llegar utilizando sus recurzos~ a si que se dirigio a paso firme al edificio, sin perder la oportunidad de oftografear todo aquello que le intereso, subio por el elevador donde; quizas era una mala costumbre, cambiaba de cancion y ajusataba esos headphones de edicion vocaloid que traia puestos y se subio las gafas...una vez en el piso suspiro y se retiro los headphones, toco la puerta y la abrio lentamente y con mucha cortezia iso una reverencia una vez estubo dentro...

Hohayou Gozaimasu....

Se encontraba caminando por la calles de seul, tranquilo y relajado mientras comia un helado que se habia comprado hace rato, miraba la gente pasar mientras iba y venia y paseaba por los locales del centro comercial,

De repente su bolsillo comenzo a sonar con la cancion de gee gee de girl's generation, saco su celular de su pantalon y observo la pantalla, tenia un mensaje.
Lo leyo rapido y dejo escapar un suspiro de cansancio, tenia que ir a una conferencia mundial, termino de comer su helado y se dirigio rapidamente al aeropuerto a tomar un avion especial que lo llevaria directo al centro de reunion.

El vuelo no duro mucho y en pocas horas se encontro parado en la entrada de la conferencia, con tranquilidad atraveso los pasillos, con una sonrisa en la cara y comiendo una paleta helada que se habia comprado por el camino, cuando llego a la puerta de la sala, la abrio de una patado, haciendo que sonase fuertemente y entro por el lugar, miro a todos y saludo alegremente con sus manos.

-Buenos dias daze~-exclamo con alegría mientras entre saltitos y disfrutando de su paleta helada se sentaba en uno de los lugares vacíos del lugar. Miro curioso a todos los presentes y la sonrisa de su cara no se quitaba mientras devoraba la paleta

Tino había tenido que ir a Finlandia por culpa de unos asuntillos que tenía que resolver, nada de importancia relevante. Como no quería molestar a su compañero había dejado a Su-san en casa “no tardarse nada” le había dicho antes de darle un beso y salir por la puerta.
Cuando hubo acabado con todo un mensaje llegó a su móvil, era de España.
-¿Una reunión?-
Como no podía pasar por casa si quería llegar a tiempo decidió enviarle un mensaje a Su-san diciéndole que ya se verían allí y se dirigió al aeropuerto.
Aunque tenía un poco de prisa se tomó su tiempo para llegar en donde se celebraba la reunión, le gustaba pasear por las calles españolas, aun y que para su gusto hacía demasiada calor.
Antes de entrar a la sala de reuniones respiró hondo, se había acostumbrado a ir a todas partes con Su-san y que el sueco no estuviera con él en ese momento lo dejaba un poco inseguro, así aun llamó a la puerta y entró sonriente.
-Buenos días-

Entre tanto trabajo es difícil tomar la computadora y checar el correo, pero esta ocasión Letonia tuvo suerte, Russia había salido a algo importante así que el tiempo le era suficiente para usarla. A penas abrió su "mail" y se encontró con uno de España, era la primera vez que recibía correo de otra nación que no fuera Russia con sus correos de "Si no pasas esto...", "Reenvia a...". Lo leyó atentamente, era algo extraño que le invitaran a una reunión internacional, después de todo era un país pequeño o eso pensaba él. Consulto con su jefe máximo (Tan tembloroso como él) y este le dijo que era recomendable que fuera, no queria tener problemas con el extranjero.

Con todos los ahorros que tenía pago un vuelo de ida y vuelta a España, tenía que salir del aeropuerto de Russia, pues es el que le quedaba más cerca, así que seguramente Russia sabría a donde fué por lo que dejó una nota en casa, avisándo su ausencia. Seguramente le recibirían con más trabajo del habitual, pero no tenía de otra.

Tomó el primer vuelo a España que pudo y llegando dudó dos veces en salir del aeropuerto. Hacía un calor del infierno (A su parecer) pero no por ello cambiaría su ropa de siempre (El uniforme) para soportarlo. Pidió un taxi para que le llevara inmediatamente al lugar de la conferencia, no cargaba equipaje más que una pequeña maleta con cambio de ropa y papeles, que seguramente podría meter a la conferencia.

- Bueno, aqui estamos... -Dijo a punto de entrar a la conferencia. Toco la perilla de la puerta y comenzó a temblar. Tragó saliva- Vamos Raivis, no te pongas nervioso justo ahora que... -Abrió la puerta y justo que lo hizo comenzó a temblar- Mu-mucha gente... Ho-hola. -Saludo en voz alta y se sentó en la primer silla que vió, sin tomar en cuenta si estaba cerca de alguien-

Salió del baño, pues ahí se había dirigido anteriormente; se lavó las manos, se peinó correctamente aunque esos cabellos despeinados eran la moda de él en esos momentos, aunque quisiera no los podría acomodar bien.
Pasó por el pasillo, se tomó un vasito de café y siguió a por la conferencia; ahí encontró a varias personas.

Guau, tanta gente... ¡excelente! dentro de poco ya podría dar inicio a lo que sería SU conferencia; todo lo que había planeado desde hace como unos seis meses, como mínimo. Desde esa vez que su jefe mayor le había ordenado que por una vez no incluya tomates en alguna conferencia, aunque, era típico de él llegar a la conclusión que la venta de tomates en cada esquina era lo mejor para la salud de mucha gente, pero ese no es el punto ahora mismo, estaba para resolver -lastimosamente- otras cosas.

Saludó con cortesía y con una sonrisa de lado a lado a los que se acercaban
- Buenos días, Hyung soo - saludó al coreano, con una agitada de manos desde lejos y, al terminar, vio que se acercaban el alemán y la yankee, propio de él también los saludó, aunque el grito de la yankee hizo que este cerrara unos segundos, por reacción de inercia, los ojos - Ludwig - dijo cuando forjó de manos con el alemán.
Se encaminó a la rubia y le besó la mano, como tal caballero que era -Buenas, Emily - y le sonrió inocentemente

Bebió unos sorbos de su café que todavía lo tenía en mano para concluir y encaminarse al basurero que, luego de un estirón, la basura de vaso ya estaba yaciendo en el lugar adecuado

Iban acercándose más y más, por lo que los tomó como general y saludó a todos con una sonrisa; sabía que se iba a cansar antes de comenzar a dar la conferencia si decía nombre por nombre quienes y tales que llegaban, así que, formalmente los saludó con la mano y esperó a que todos lleguen.

Era de mañana, ella estaba bebiendo una taza con té mientras revisaba su correo, rodeada por un ambiente típico ingles, mientras veía su correo encontró entre todas las cartas una particular, era bastante formal a diferencia de las demás así que la abrió para leer su contenido.

--- Debe ser algo importante...

Se dijo mientras la desdoblaba y la empezaba a leer con su típica seriedad

--- Oh... una conferencia... sera mejor que parta enseguida...

Dijo mientras se levantaba de su silla y iba en dirección a el aeropuerto tomando el primer avión a España.

A el bajar de el avión se sintió dentro de un horno gigante ya que el calor se aquel sitio no era nada comparada a la temperatura de su hogar; soportando el calor infernal subió a un taxi y se dirigió a el sitio de la conferencia vestida con un vestido formal

--- Hello people.. Hello Spain...

Dijo haciendo una reverencia sentándose en la primera silla que vio.

Vio a su alrededor, muchas naciones habían llegado, talvez hasta faltaban; Antonio había invitado a todos por igual, la curiosidad comenzó a crecer en Ludwig, y ahora de verdad quería saber de que se trataba todo esto, habían sido convocados a una especie de "sorpresa", no le agradaban mucho las sorpresas, por su misma naturaleza desconocida, así que quería saber cual era el fín, pero no estaba seguro que sería revelado aún.

No perdería nada con preguntar, apuesto que lo demas tenían esa duda tambien, solo que nadie se había atrevido a decir nada, aparte de los habituales saludos a sus iguales.
-España... ¿De que se trata todo esto?
Probó, valía la pena el intento, por lo menos podrían darle una pista. Odiaba la incertidumbre.