Fiesta de Bienvenida

Hablando con unos cuantos países más, Antonio decidió hacer una fiesta de bienvenida en su querido hogar, como casi todos conocían, se le hizo más fácil hacerla ahí que en otro lugar. Celebrarían la creación de este foro de hetalia la construcción de la nueva piscina de Antonio y el nuevo bar de la casa, el cual, por cierta razón existencial, Francis pasaba mucho tiempo bebiendo con su mejor amigo, el vino... claro.

El día era especial, los rayos de sol iluminaban hermosamente toda la ciudad, la gente recorría felizmente las calles y el español trabajando en la decoración de la casa, esperando a que lleguen sus invitados, esperando a mucha gente, listo para divertirse y tomar a montones.
Subía y bajaba las escaleras, traía manteles nuevos, sillas, vasos, porta-vasos, servilletas, bebidas, cerveza, vinos, vodka para unos en especial, uno que otro trago que le había enseñado el greco; hecha con la bebida típica de Grecia, llamada ούζο (Ouzo). Le parecía bien rica esta bebida, entonces, en su honor la había puesto también en la barra, para degustarla con toda la comida que había. Sin mencionar que habían comidas hechas con tomates a montones...

Luego de terminar de poner la mesa y arreglar toda la parte del living room, la sala, el estar, la cocina y el bar, además del quincho por si los chicos querían ir luego a divertirse en la nueva piscina, fue a bañarse y ponerse guapo para la ocasión.

Salió del baño y se vistió correctamente, se colocó un exquisito perfume que le había regalado el francés por su cumpleaños y se secó el cabello; no se lo peinaba ya que estos eran indomables criaturas marrones que, cuando se peinaban, luego de un rato, volvían a su lugar de nacimiento.
Salió del cuarto, bajó las escaleras y se quedó en la sala, viendo todas las habitaciones a ver si le faltaba algo, esperando a que lleguen los demás, muy ansioso.


*Ouzo: Licor dulce con sabor a regaliz, hecho a base de uvas maduradas y anís.

Llegó a la casa y estuvo a punto de entrar sin llamar antes, por la costumbre... pero logró detenerse a tiempo y tocar el timbre.

La chica había decidido ir más temprano por si el muchacho necesitaba ayuda, además de que le hacía mucha ilusión tener la oportunidad de charlar un rato con él antes de que todo se volviese barullo y descontrol. Sonrió solemnemente, le extrañaba montones. Ya era mucho tiempo sin saber nada de él ni de sus hermanos.

Mientras esperaba que le abrieran, se balanceó suavemente sobre sus pies, se había dado la libertad de acudir al lugar un tanto más "suelta", con una bikini camuflada, un strapless negro encima que cubría hasta su cadera y una pollera de jean corta, y lo más importante: sandalias sin taco ni plataforma... la gloria.



(User quiere mostrar bikini preciosa que quisiera tener:

Spoiler:

)

Escuchó el timbre sonar y saltó de golpe del sofá en el que estaba sentado. Fue rápidamente a ver de quién se trataba, fue a la puerta, giró la manija y -¡Belle!- para su suerte era una de las personas que sí quería ver ese día.
Saludó con mucho entusiasmo a la querida belga, la abrazó y le dio un beso en la mejilla como siempre le daba cuando venía a casa a visitarle o cuando era pequeña y jugaba con él y romano.

-Pasa, ven.. ¡ven!- la invitó a pasar, claro, debía sentirse como en su casa, después de todo...esta era, anteriormente su casa, o mas bien ella formaba parte, pero bueno.

Ya dentro de la casa le mostró todo lo que había hecho, esbozó una sonrisa y se sintió feliz de tener a alguien y más a ella que la extrañaba mucho -Joer, hacía mucho que no te veía~- replicó a esta, viendo su vestimenta y guiñandole un ojo -Estás bien guapa, por cierto- sonrió de nuevo.

Casi da un brinco de lo rápido que había aparecido el muchacho, pero no. Simplemente se limitó a sonreír y se dejó abrazar y besar, algo aturdida, pero acostumbrada... realmente le preocupaba que la fuese a tratar de otra manera.

-Hola. -logró articular una vez entró, y un golpe de nostalgia le atacó el pecho apenas cruzó la puerta, sin embargo ella sonrió, era una nostalgia de las lindas. Le siguió mientras él le enseñaba todo lo que había hecho, y hasta cierto punto acabó sorprendida. -¿Hiciste todo esto tú solo? Wow... -soltó asombrada. -Realmente te has vuelto un hombre multi-talentos. -acotó riendo levemente.

Luego suspiró, un suspiro feliz acompañado de una sonrisa, no era nada malo. -Sí, tienes razón, ha sido mucho tiempo ya, y lamento que haya sido así, -se tomó un momento para pensar en aquello y luego prosiguió -pero lo importante es que eso ya es historia.

Al haber dicho esto le sonrió abiertamente al muchacho, para luego sonrojarse bruscamente y apretar los puños aguantándose las ganas de golpearlo sin razón alguna, después de todo sólo le había halagado.

-Pues gracias... -murmuró -pero mejor no lo digas dos veces.

-Pues claro, siempre lo he sido- rió por el comentario de la chica, era cierto que lovi antes se suponía que debía barrer y esas cosas por el estilo, pero a fin de cuentas, los dos sabían que el español con la belga terminaban limpiando todo. Si tenía suerte, porque aveces, hasta la belga se quedaba dormida y él tenía que lidiar con todo.

Caminó con ella y notó diferencias en su rostro, capaz estaba pensando cuando su época pasaba tiempos aquí.
El pelimarrón acercó una silla para ambos y la hizo sentar, al igual que él se sentó frente a ella para escuchar lo que tenía que decir y si tenía que contar alguna aventura, como lo hacía de pequeña

-Pero bueno, ya estás aquí, ¡así que eso también hay que celebrarlo!- lo dijo con entusiasmo, luego de ver que la chica se aguantaba algo y se ponía toda roja, rió algo atontado acto seguido de que le replicó que no la halague más. Hmpf, como siempre ella.

Se sentó en donde el español le había indicado, y cuando lo tuvo frente a ella, se paralizó por un momento. Él había sido como un hermano para ella, una guía, un ejemplo a seguir, y a pesar de que ya contaba con dos hermanos propios, con él siempre había sido diferente.

Antonio siempre había tenido tiempo para ella, y cuando no, se lo buscaba, nunca le había dicho que no a sus caprichos de salir a jugar, o se había negado a cocinarle algo que ella hubiese visto afuera en el mundo y él siquiera conociera cómo hacerlo. Siempre la había llenado de hermosos vestidos, a pesar de estar apretado en su propia situación económica. Le leía cuentos hasta que pudiera dormirse y le dejaba despertarlo si tenía una pesadilla.

A diferencia de sus verdaderos hermanos, Antonio siempre estaba, y fue más que nada todo aquello lo que la hizo titubear a la hora de dar el paso fuera de casa... porque seguía considerando esa, su casa.

Pero el problema recaía en ella, que no encontraba forma de exteriorizar y expresar todo aquello tan bonito que sentía, toda su gratitud hacia él, no encontraba las palabras adecuadas para contarle de todas las cosas que se había hecho conocedora al irse, de todo lo que había sentido.

Rápidamente la muchacha se levantó, casi como si el asiento quemase, y le vio con el ceño fruncido durante un momento, antes de inclinarse y abrazarlo.

-Gracias...

Le gustaba mucho pasear por el centro de Madrid y por eso se retrasó en la fiesta (A mi también me encanta, podría tirarme la vida allí *o*) Estaba contento porque había llamado a España por telefono y le había dicho que habia comprado bebidas, MUCHAS bebidas, y eso siempre ponía de buen humor al francés.
FUe a coger su coche del aparcamiento de la plaza mayor y se dirigió a casa de Antonio, que estaba un pelín alejada del centro.
No llevaba bañador alguno, tenía la intención de bañarse desnudo (el es así, perdonadle xD)
Aunque tenía las llaves de la casa del español y el español tenía las suyas cuando llegó llamó al timbre y esperó ansioso a que el español le abriese.

Canadá había recibido una invitación para una fiesta en casa de España, que ilusión le hacía que alguien se acordara de él, aunque varias ideas pasaban por su cabeza, era posible que era una invitación equivocada, seguro que habían invitado a America y les habían vuelto a confundir, su sonrisa infantil se comenzó a borrar de su rostro al pensar en el simple hecho de una confusión, como odiaba aquello.

Paseo por Madrid siguiendo a un conocido, ¿notaría su presencia? Es posible que no, todo el mundo ignoraba a Canadá, todo el mundo menos... Miró a su osito apretado contra su pecho y la sonrisa infantil de siempre volvió a dibujarse.

-¿Y tú quién eres? - Preguntó el oso.
- Canadá - Contesta este con un tono de musicalidad en la voz y la infantilidad de un niño pequeño.

Todo es muy confuso, parece que prestar atención a su compañero de viaje, aquel oso blanco, le ha hecho perder la concentración y ha perdido de vista a Francia, ¿dónde será la fiesta de España? Se pregunta una y otra vez preocupado.

Tras unas cuantas vueltas sin ser saludado por nadie (menuda hospitalidad, no es que no le saludan, nadie le mira, ¿por qué?) encuentra de nuevo a Francia y se apresura a colocarse tras él.

Francia notó una presencia mientras esperaba a que España abriese la puerta. Se giró y vio a su pequeño Canadá detras suya.
-Oh! ¡Canadá! Entremos juntos, vale?
Y le puso una mano en el hombro mientras comenzaba a contarle banalidades.
-He estado en una bollería buenisima por el centro donde servían unas napolitanas buenísimas, sabes? ¿Que tal estás tu?
Dedicó a Matthew una sonrisa, esperando a que este le ofreciese aunque fuese un minimo de conversación

Se sorprendió cuando Francis se dió la vuelta para saludarle, la hospitalidad francesa es única, de eso Canadá no tenía dudas.

- Claro - Contestó este con una sonrisa infantil, parecía un niño al que acaban de comprar una piruleta. Piruleta, rica piruleta, empieza a pensar en piruletas hasta que nota la mano de Francis sobre su hombro.

Levantá la mirada con las mejillas de un tono más rojizo de lo habitual y niega en su cabeza. De nuevo, escucha atentamente las palabras de Francis sobre las napolitanas.

- Ricas napolitanas. - Dijó con la mirada perdida en la imensidad de la puerta ¿desde cuando las puertas tienen inmensidad? - Muy bien, di un paseo por la ciudad, ¡hasta vi un rio con apenas agua! - Comentó refiriendose al Manzanares. La casa de España era un sitio realmente extraño para él.

La reacción de la chica lo dejó medio atónito, no lo esperaba, definitivamente.
Pero la abrazó de vuelta en forma de afecto y cariño, parecía que lo necesitaba de verdad. Sin decir una palabra le dio un pequeño beso en la frente y luego la soltó del abrazo por razones obvias; el timbre de la casa había sonado.

-¡Gente!-

Ya llegaba la gente a la casa o, era el de los bocaditos, de igual forma lo iba a averiguar porque se dirigió a la puerta para abrirla.
Giró la perilla y abrió la puerta lentamente, divisando... ¿Un cuerpo desnudo? luego alzó la mirada y claro, era nada más y nada menos que el más exhibicionista de todos

-¡Francis! ...- lo abrazó y lo invitó a pasar y, antes de cerrar la puerta divisó a otro individuo tras él -...- dudó de su existencia pero luego se acordó del hermano menor de alfred y de que alguien llamado Matthew tenía un oso en brazos (?) -C-canadá...- rió algo atontado -Entra, ven ven...- y así, entró con los dos a la casa, dirigiéndolos hacia donde se encontraba Bélgica.

-¡El rio sin agua! La primera vez que lo vi me sorprendio bastante... Pero con los siglos se pasa, ya sabes... Nada comparado con el Sena, ya sabes (xD)
Entonces Antonio abrió la puerta. Vio Como observaba su maravilloso cuerpo únicamente tapado por una rosa. Le guiñó el ojo sensualmente, como solía hacer cuando se encontraba con una persona y el iba desnudo.
-¡Mon Chere!- Dijo saludándole alegremente mientras le daba una palmada en el culo- Vamos, Matt, no te quedes ahí- (si, le llama Matt porque le tiene mucha confianza xDDD)
Al entrar y ver a Bélgica la saludó en francés, puesto que ella conocía el idioma. Después miró al moreno con una mirada ansiosa. Quería empezar a desmadrarse en ese mismo instante. Miró a Canadá, se preguntó si lograría emborracharle...
-¿Y bien Espagne, donde está el bar?

Se quedó perplejo ante la reacción de España al ver a Francia, ¿tanta naturalidad al ver a alguien desnudo? Parece ser que el anfitrión era más hogareño que el resto que había ido viendo por su casa que parecían haber ignorado al pobre Canada, y por si fuera poco, notó su presencia y le saludó.
Al notar esto, la sonrisa infantil volvió a dibujarse en su rostro y apretujó a su osito contra el pecho.
- ¡Vamos a una fiesta! - Dijo muy emocionado por la situación levantando a su osito sobre su cabeza para colocarlo sobre los hombros como si llevase a un niño a caballito.
Siguio a Francis con una sonrisa y dando brinquitos al notar como la confianza surgia de nuevo entre ambos.
Cerró la puerta tras Francis y se situó tras él atento a la conversación sobre el bar, ¿por qué tanta curiosidad? Canadá no bebía, y no pensaba empezar a hacerlo, pero sería divertido ver a Francis contentito.

-Allí- señaló frente a la belga, estaba sentada justo frente a la barra, donde todas las bebidas estaban puestas listas para sumergirse en el cuerpo de alguien y hacerlo actuar como de película (?).

Esperó ansioso a las demás personas que estaban por venir, miró contento a canadá y a francia, parecían buenos amigos. Rió por lo bajo mientras volvía con la belga a hacerla compañía ya que la había dejado por unos momentos para atenderlos a ambos rubios.

-Lo siento, de nuevo estoy contigo...- le sonrió y le acarició la cabeza -Será divertido... aunque mira a ese- rió al señalar al francés que daba tanta impresión al estar desnudo, pero no causó nada a los ojos del español.
Ya quería ver la reacción de la belga.

Cuando iba a sentarse para poder hablar de nuevo de la vida de la belga y que ésta le contase todo lo que había pasado con su hermano mayor Holanda, si este le había extrañado al español o a su no-tan-querido-pero-en-el-fondo-sí- primo romano, escuchó golpes en la puerta, o sonidos muy raros que venían de la entrada.
Directamente pensó que más personas habían llegado, lo cual le subió más el ánimo y acto seguido de disculparse de nuevo con la Belga, fue directamente hacia la puerta, mirando al Canadiense y al Francés ir hacia las copas, siendo que el rubio menor no soltaba aquél peluche de sus manos...

Con una sonrisa en rostro fue a abrir la puerta y, para su suerte, encontró a sus dos queridos italias en puerta. Esto es un milagro pensó viéndolos a los dos entrar j-u-n-t-o-s. Por lo general veneciano llegaba mucho antes y luego, con mil y un puteadas en italiano, llegaba el mayor arrastrado por algo o por culpa ajena.
-¡Romano~ Veneciano... vengan entren!- les dio medio empujoncitos para entrar y les enseñó la casa llena de comida y bebidas, al paso les señaló la piscina y el bar
-Muchas gracias por venir- sonrió y agradeció

Belarús habia recibido una rara invitacion para la fiesta de inaguracion de la piscina de España

-quiza vaya Russia *w*- pensó y de inmediato se cambio para dirigirse a el lugar destinado.

Portaba un vestido azul, pero a diferencia del que siempre vestia, este era más ligero y casual, debajo vestia su traje de baño (bikini) en azul celeste con toques leves en las costuras de blanco aperlado.

Al llegar tocó la purts deseando con todas sus fuerzas que Russia se encontrara allí

En dias pasados Kiku recibio una invitacion de España, era su amigo claro que si, pero por las distancias y no se, algunas diferencias en sus grupos sociales o algo asi casi no hablaban, pero de igual manera estaba gustoso de asistir a su fiesta.
Temprano se lebanto para tomar el primee vuelo asia España.
Antes de eso, Tomo un relajante baño en las aguas termales de su casa.... despues tubo una batalla inmensa consigo mismo buscando que seria lo mejor que podia ponerse.... si su tradicional bestimenta Japonesa o un trage sastre o bien su uniforme militar.... Aunque el ultimo no le combenia mucho ya que era una fiesta....
Asi se debatio por un rato.... al final penso que un yukata seria demaciado tradicional asi que se vistio con un trage negro con una camisa Blanca entallada.

Spoiler:

Pero tambien, el la pequeña maleta que llebava, hecho un traje de baño, un boxer en color negro con las costurias y algunas sintas en color Rojo.

Llego a tiempo al vuelo y despues de algunas horas llego por fin a Madrid....
Obserbando todo a su alrededor, esa bella ciudad le gustava mucho, la gente y su colorido modo de ser encuanto a o cotidiano se referia.... de paso compro una botella de un licor que le parecio bastante interezante.... y que penso que seria perfecto llebar aparte de las botellas de sake que traia.... la lellenda del licor decia "Tequila" penso que rea de españa, pero al leer un poco mas vio que probenia de mexico.... era tarde para regresar la botella.... asi que algo apenado continuo hasta la casa de Antonio.
No tardo mucho en llegar, se acomodo la camisa y el saco de su traje, y poniendo su mejor cara toco a la puerta esperando que ese dia pintara muy bien.
Konichiwa Antonio-san....
pronuncio encuanto toco a la puerta.....