Conferencia Mundial: El calentamiento global.

Sus pasos resonaban por el pasillo, caminaba con paso firme, sus zapatos pulcramente limpios, hacian resaltar el color blanco del piso, el dueño de esos sonoros pasos era un joven de unos diecinueve o veinte años a lo mucho, vestia un traje impecable, justo a la medida, su rubio cabello estaba bien ordenado, peinado hacia atràs.

Se detuvo frente a una gran puerta de caoba, acomodò los papeles y carpetas que traia consigo bajo el brazo, estirò su mano derecha, cerrandola sobre la perilla, haciendola girar, detràs de esa puerta se encontraba una gran mesa con varias sillas, una ocacional muchachita colocando cubiertos sobre la mesa, quien al mirarle se sobresaltò.

-Guten Morgen...- Dijo, mirando a la muchacha quien le miraba incredula, avanzò hacia un asiento, colocando sus papeles sobre la mesa, se sentò y despuès se puso de pie mirando el lugar.

-No ha llegado nadie...-

Nuevamente sus ojos azules se posaron sobre la muchacha quien aùn no terminaba de hacer sus deberes, se acercò hacia ella, quien llevaba un carrito con comida, sujetandolo firmemente.

-Eh...si gusta...puedo ayudarle, mientras llegan los demàs miembros.-

Salió de su casa muy tranquilo, sabía que no iba a llegar tarde a la reunión. Siempre era él el que llegaba segundo o tercero, ya que era una persona muy responsable y esto de las reuniones 'para salvar el mundo' o 'hacer un mundo mejor' le gustaba.

Llegó unos diez minutos después a la conferencia, subió los ascensores y una que otra escalera -le gustaba hacer ejercicio-, para luego, llegar por fin, a donde se encontraba aquella puerta con aquel cartel que citaba "Sala de Conferencias" .

Giró la manija y la abrió con fuerza y entusiasmo -Hola~- pero, ese entusiasmo se fue disminuyendo cuando divisó a una joven haciendo una cara muy rara al ver al español entrar y, al otro lado, al fornido.

-¿Son los únicos?- hizo puchero cuando se enteró de aquello, pero nada más le quedaba sentarse a esperar a los otros

Se sentia emocionado esa mañana que se levanto para ir a la conferencia que su amigo Alemania comboco, era una de sus oportunidades para saver mas sobre los temas que hoy dia le preocupan a todos, e incluso a el....

Se le iso un poco tarde pues, preparo un poco de almuerzo ya que la comida que servian en las conferencias casi no era de su agrado.... y aprobecho para llevar un poco por si los demas querian...

salio corriendo esperando no llegar tarde..... Miro su reloj, se sintio atrasado asi que acelero el paso, una vez en el edificio decfidio subir por las escaleras y no utilizar el elevador que tardaria demaciado.... Asi al mas puro estilo nipon subio las escaeras en un parpadeo y llego inpecable a la puerta del salon....

espero no llegar tarde....
Abrio la puerta y noto que era el 4° en llegar....

Konichiwa minna.....
dijo cerrando la puerta y haciendo una pequeña reverencia, costumbre del pequeño nihon....

Llegaba con Suecia, de la mano, encaminandose a la sala de conferencias.
Tenía mucha verguenza de ser visto por alguien y que piensen mal de su relación con aquel jóven, para él, era simplemente su amigo y héroe, ya que le ayudó de salir de la casa de Dinamarca cuando el frío mataba; aunque, lo pasaba peor en la casa de Rusia antes de independizarse

-Su-san, ya estamos por llegar- le lanzó una sonrisa y apretujó su mano con la de él, mirando el edificio de dicha conferencia, la cual fueron llamados los dos países nórdicos hace como una semana atrás.
Sabía que su-san estaba muy energético por esto, aunque no se notaba, porque suecia siempre estaba con esa cara de serio y sin denotar sentimientos... pero Finlandia conocía bien esas miradas y sabía bien como se sentía él

-¡Estoy muy ansioso!- sonrió de nuevo, para luego subir las escaleras y ascensores del lugar, antes de entrar a la habitación donde se suponía que iban a estar todos.
Miró a Su-san y se quedó callado, esperando reacción de este

Sus ojos azules visualizaron a cada uno de los miembros que llegaban, especialmente en Italia quién trataba de conseguir un poco de aire, seguramente se esforzó al llegar al recinto, lo cual le hizo esbozar una ligera sonrisa, había terminado de ayudar a la joven con los preparativos en la mesa, le dió las gracias y la acompañó hacía la puerta, abriéndola para que pasara.

-Disculpe...dentro de poco llegarán más miembros. ¿Podría mandar comida de cada país anfitrión por favor?.-

La muchacha asintió con una sonrisa, cerró la puerta y miró a los invitados:

-Bien, esperaremos un poco más para comenzar-

Seguían de la mano, parecían una pareja tan hermosa y tan pacífica cuando los dos juntos entraron a dicha reunión.
Finlandia miró a los que ya estaban allí, eran pocos a decir verdad pero aún así los saludó -¡Moi moi!- con una gran sonrisa en el rostro, frunciendo un poco los labios y divisando los lugares para sentarse.

Miró a Suecia y, con los ojos le señaló el lugar para sentarse; estos tenían un papel muy bien marcado los lugares, país báltico, países mediterraneos, del eje, aliados, nórdicos, etc.
Su lugar, claro estaba, era en el centro del gran redondo que formaba la mesa, el lugar de los nórdicos.

La primera de las sillas que formaba era la de Susan, y, la segunda, era la suya, Finlandia. Cada una tenía un papel chiquito con dicha bandera, entonces, así fue como él se sentó en tal lugar -A-aquí, Su-san- lo tomó de la mano tímidamente y lo llevó a dicho lugar, esperando allí a los demás o, a que empiece dicha conferencia

Estaba feliz, le gustaba perder el tiempo y tomar fotografías en el proceso. Allí estaba detenido en uno de los pasillos tomándole una foto a una planta muy bonita.

Al seguir su marcha se preguntó dónde estaría su hermano menor. Recordaba haberle escuchado algo de una reunión y no sabía qué más.
Luego de eso, la idea de escribir en su blog sobre cómo era una junta en la ONU normalmente le llegó al instante.

Sus pensamientos se cortaron cuando vio a lo lejos pasar a Suecia y Finlandia, quienes entraron a lo que él suponía era la sala de juntas.
Así que a paso tranquilo entró a la habitación.

- Ehh... ore-sama está aquí.

Estaba un poco nervioso porque no sabía a quién se encontraría allí dentro, pero se alivió al ver que no había nadie aún de su desagrado.

Por una de las ventanas, de repente se vio asomarse una figura, delgada, algo pequeña, y morena. Era la seychelense, que en efecto, había escalado hacia allí.

Pasó una de sus largas piernas por la ventana abierta, y luego la otra, y se sentó allí, viendo hacia el interior. Parpadeó un par de veces, intentaba recordar el rostro de las personas que iba viendo... recordaba al italiano vagamente, su padre a veces le contaba de él, y claro que recordaba al español, uno de los mejores amigos de papá.

No dijo nada y mejor se mantuvo en silencio, tenía miedo de que la retasen.

Ya iba muy apresurado por el pasillo del establecimiento. Estaba mas enojado que de costumbre, llevando algunos papeles que derrepente se volaban y debia devolverse para recogerlos. Paso sin querer por la puerta cerrada que decia "Sala de Reuniones" y debio volver a ella para poder entrar.
Antes de abrir la puerta de madera tallada, tomo aire, sabia que lo mirarian con ojos molestos al saber que llego tarde, el que era el que mas reprochaba a los demas por sus atrasos, hoy seria la burla de todos.

- Dis-disculpen la demora - dijo entrando a la sala mirando hacia otro lado y sosteniendo sus papeles sin que resbalaran de sus manos - Habia problemas con los aviones en mi aeropuerto, las tormentas son cada vez peores - se escuso sentandose en su asiento.

Miraba a las personas que seguían llegando y saludaba con la mano, una que otra vez diciendo 'bienvenido' y siempre con esa sonrisa suya.
A la par de que iban entrando, escuchó movimiento por detrás; una ventana derrepente se abrió y divisó manitos y patitas entrando a la sala.

Un vestido celeste, coletas, listones rojos, morocha... -¡Seychelles!- exclamó al ver a la niña mirarlo con algo de nerviosismo.
Este hizo unas señas a la muchacha para que se sentara cerca suyo.

-Tú y tus excusas, Kirkland- gruñó y bufó ante el inglés recién llegado, era su 'deber' burlarse de él siempre que lo encontraba en su camino, ya que era su mas fiel rival. Tanto como antes en las guerras oceánicas como piratas, y ahora, como unos supuestos amigos que van a las conferencias y se sientan cerca de los otros.

Sentandose justo al frente del espaniol, no dudo ni un segundo en responderle a su fastidioso comentario.

-Claramente mis excusas no son dirigidas hacia ti - Acomodo sus papeles ordenadamente y le dedico una mirada de odio e ironia, como queriendo seguir la discusion con su rival de los mares.
Miro a todos lados en busca de mas caras conocidas y claramente le faltaba una muy importante.

-Veo que "el heroe" no ha llegado aun- creyo haberlo pensado pero la verdad es que lo dijo en voz alta.

Ese día había estado escavando en las ruinas de su madre durante mucho, pero no olvidaba aquella conferencia a la que tenia que asistir, si o si. Decidió tomar un descanso antes de ir a la reunión, por lo que se recostó en las mismas ruinas; bajo aquel sol sin importarle mucho.

Durmió durante horas, al despertarse al fin, miro al cielo como si se perdiera en el vacio de este, al instante recordó aquel asunto importante. Recogió su pala, cruz y boina, fue a todo marcha hasta la vivienda para alistarse y de más; sin embargo, a pesar de hacer un gran esfuerzo, el tiempo no le alcanzo, y mas con aquella pereza que tenia.

Utilizo entonces aquel pantalón marrón, saco de mismo color y camisa blanca. Los zapatos… ni el narrador ahora podría recordarlo, se vistió con una velocidad que ni él pensó alcanzar antes. Estaba a punto de salir, pero no pudo hacerlo antes sin llevar consigo alguno de sus amados felinos; fue una decisión bastante difícil, y también le costaría tiempo, pues llevaría consigo solo a dos felinos, no quería incomodar a euro entera una ves mas(¿).

Había tenido problemas con el trasporte, por lo que, tuvo que tomar el aventón, para decirle de algún modo; el trasporte publico a veces le hacia dormirse, y podría pasarse de la parada, así que omitió la idea.

Un honda color verde le había dejado en frente de aquel auditorio, bajo del vehículo con un gato en el hombro; cuyo animal le había desordenado el cuello de la camisa, y ahora era una pésima imitación del conde dracula. Otro gato estaba entre sus brazos, y la misma expresión neutral hacia en su rostro.

Entro entonces al edificio; tuvo pereza de subir por los escalones, así que uso el ascensor. Llego al fin al tercer piso, camino por el pasillo con lentitud y serenidad, hasta al fin llegar al salón. Suspiro; juraba que la hora se le había pasado. Tomo entre su palma la manilla de la puerta, empuño y la hizo girar abriendo entonces la puerta al gran salón.

Entre lo que divisaba; estaba Japón, Alemania que obviamente había sido el primero en llegar, Prusia, Finlandia, Seychelles, UK, España y pare de contar…

-Hola…- dijo con los ojos entrecerrados al ver que todo estaba en orden, desvió la mirada al reloj en la pared, para su sorpresa, todo este tiempo había fijado la vista en un reloj descompuesto, por lo que; había llegado temprano a la reunión. No dio importancia y se dirigió hacia Japón, que parecía haber llegado a un tiempo contemporáneo al de él.

-Hay ausencia de tantos…-agrego, al joven japonés, sosteniendo al felino entre los brazos.

El ambiente era tranquilo, le agrava ver que todos alli juntos.... sonriendo con sutileza, pronto vio que llego Grecia asi que se asecor a saludarle....

Si asi parece, no creo que tarden mucho en llegar.... Afirmo Japon al ver que el joven grecia le hablava, sonrio despues de dar la respuesta y noto que habia hecho un esfuerzo y llego temprano, esto le alegro...
paso a ver a los felinoz y se sorprendio de que solo cargara con dos... pero rio por lo bajo y de manera tierna al ver como uno de ellos le habia desacomodado el cuello de la camisa que veztia... y sin poder resistirce comenso a acariciar dicho felino.....
Creo que fue una difici decicion traer solo dos gatos verdad grecia-san?....

El despertador no le había sonado y seguía durmiendo. Un ruido estruendoso sonó e hizo que se despertase.

-¡Oh, no!

Se vistió muy rápido y se fue sin desayunar, fue la mitad del camino corriendo hasta que tuvo que parar a respirar y miró el reloj. Al final no era tan tarde, así que su ritmo se hizo mas lento. Incluso paró a comprarse algo que comer: Un delicioso croissant.
Llegó al coche (un renault megane) y se dirigió hacia donde se celebraba la reunión. Tras un viaje algo lento llegó al edificio. Al subir encontró a una joven muchachita que parecía ser la secretaria, luego la diría algo.
Abrió de un portazo y gritó:

-¡¡Hooooolaaaaaaaaaaaa!!

Dio una colleja a Inglaterra, revolvió el pelo a Seychelles y saludó efusivamente a Prusia y a España, al que discretamente metió mano aprovechando.

Ignoró lo que le había dicho el Inglés, no estaba allí para pelear, bueno, claro que sí, y más si era con él... pero no lo iba a hacer ya que, no era lo ideal en una conferencia y no quería lidiar con Alemania gritando por todos lados sin que valga la pena.

Vio entrar a varias personas más, lo cual saludó con respeto y carisma; sonrisa en rostro y mano levantada, para luego mirar con asombro cuando un francés entró de golpe gritando efusivamente.

-Joer...- hizo un mohín de disgusto pero luego cambió aquella cara por una sonrisa y abrazó a este mientras este le metía mano, simplemente no hizo caso a esto y se dejó; era lo típico de su mejor amigos así que ya que.
-¡Francis!- dijo mostrandole el asiento para que se sentara a su lado izquierdo, ya que, romano se sentaría a su lado derecho -¡Apresurate tio que llegais tarde todos!- miró a los demás y esperó a que otros lleguen

Observo la entrada ruidosa de Francia, tras este la silenciosa entrada de Romano. No dio mucha importancia, tampoco saludo al momento; lo dejaría para después. Volvió la mira al joven japonés para escucharle responder.

Diviso la reacción contenta de Kiku, el greco aun mantenía la expresión adormilada de siempre; sentía que dormiría si se sentaba ahora; pues su siesta había sido interrumpida. No agrego nada al comentario de Japón, pero obviamente debía responder a la interrogante que formulo antes.

-Si, realmente… fue difícil…-agrego, como siempre en ese tono que a veces parecía darle misterio a su ser. El joven japonés se acerco entonces a mimar al gato que hacia en el hombro del Greco; este miro al felino y luego a Japón. Aunque muy poco lo mostraba, le parecía agradable el trato de Japón hacia sus felinos, recordando que se traba de sus animales favoritos.

-Puedes cargar a uno si quieres …- aclaro, mientras se inclinaba un poco para que Japón tomara al felino que hacia en su hombro; después de todo a ese acariciaba.

Miro igual que todos la escandaloza entrada de Francia, al cual saludo cortesmente agitando la mano y con una pequeña reverencia.... regreso la mirada al greco....se sintio algo apenado, pero afin de cuerntas tomo al gatito en brazos y lo continuo mimando....
Le parece si tomamos ya nuestros lugares?
le dijo japon hamable viendo la cara de sueño de Heracles.... e indicandole el lugar que le correspondia a un costado del japones....
mientras cargava al gatito como si fuese un bebe y lo consentia....

Alfred se encontraba dormido en el hotel en el que se había quedado. El viaje de USA a Europa, fue largo y agotador, aparte si uno cuenta que llegó a jugar los videojuegos que Japón le había regalado; desde los RPG (que por cierto, ya le dió la vuelta al nuevo FF en esa noche) y los de peleas, estilo Soul Calibur, solo para no estar aburrido en su estadía.

Su celular sonó, era la alarma que habia puesto, el se ponía la almohada en la cara para no escuchar dicha alarma...pero el ruido no cesaba.

Se levantó y apagó la alarma pero...- FUCK!! -maldijo, se dio cuenta de la hora y era demasiado tarde, la conferencia mundial ya habia empezado y el aún dormido.

Se apresuró a bañarse, al terminar su baño se puso el traje aburrido que le habia dicho su jefe (cofcof Obama (?)) que se tenía que poner, pero se puso por encima su gran chamarra de cuero, que tanto lo distinguía.

Al terminar de arreglarse, tomó su celular, las llaves de su apartamento, y un maletín con los "IMPORTANTES DOCUMENTOS DE UN HEROE".

Salió del hotel, pidió un taxi y este lo llevó inmediatamente al edificio.

- Thanks sir! - le dio 10 dlls al chófer del taxi y salió corriendo, entro al edificio, algo cansado... - Creo que...ocupo...hacer...más...ejercicio... - dijo bofeado, y al ver al frente, le sonrió a la secretaria y se dirigió al elevador.

- Mmm... Ya es tarde, se van a enojar! ha ha nice -se rio y cuando abrió el elevador, salió y se dispuso a caminar hacia a la sala de conferencias.

Llegó a la gran puerta, la abrió y miro a todos con una amplia sonrisa y grito

-THE HEROO!!! IS HEREEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! - alegre y vivaz se fue a su asiento.

Pensaba que el mayor de las italias no iba a llegar, estaba un poco ansioso por tal acto, quería que llegase y que le viera a su prima(?), la hija de su mejor amigo, léase, seychelles. Capaz se podrían llevar bien y todo... porque, como decía el francés, el carácter de los dos los iba a llevar a una inmensa pelea, donde ambos, tanto el francés como el español, iban a disfrutar.

Seguía guardandole el lugar a este, de una manera u otra. Vio como Veneciano le guardaba el lugar al alemán, con un maletín. Pero el español no traía uno de esos, simplemente colocaba la banderita de Italia en aquella silla, o simplemente su brazo, tal vez cuando se cansaba colocaba una pierna o, cuando ya estaba por morir de aburrimiento, se sentaba allí y así era una danza de movimientos de cuerpo hasta que la puerta se abrió lentamente y de allí salió el inesperado Romano.
Tan gentil como siempre y gritón. Aquél "así que ahí estabas" no le tomó por sorpresa para nada al español, ya que había salido de la casa del italiano mucho más temprano de lo que él hubiese salido, quería llegar temprano, la excusa de siempre. Y, sabía que Lovino no iba a despertarse, es más, no se había despertado con el despertador y menos con las caricias y besos de Antonio.

El español le hizo señales para que se sentara a su lado, acto seguido lo vio sentar y lo saludó con una sonrisa -Llegas tarde, Lovi~ - susurró en el oído de este, algo incitador, para luego reír.

Acto seguido, divisó la entrada del americano, algo ruidoso como siempre, pero eso no afectó al alegre español.

(Problemas de internet + foro pesado = GRRRRRRR ¬¬, me disculpo)

La niña se puso un poco de malas ante tanto movimiento, todo aquello la incomodaba de sobremanera. Vio entrar al inglés al que en su fuero interno denominaba "madre" y por un momento su rostro pasó a ser uno de completa resignación. También vio llegar a su papá, aunque éste no hizo más que despeinarle sus pobres coletitas y desaparecer de su vista.

Claro que antes que todo eso el español había notado su presencia y la llamó a que ella fuese con él, hecho que se le había imposibilitado al ver a tantos adultos moviéndose de un lado a otro y entrando... lo último que quería era estorbar.

Sabía muy bien que las personas solían ser algo malhumoradas y estar siempre estresadas, perseguidas por el tiempo y sus tareas y sus cosas... y la verdad no lo comprendía en absoluto.

Suspiró levemente, y dejó su lugar para caminar lo más rápido y cuidadosamente posible al otro lado del español, sentándose. Ignoró su pequeña disputa con su madre, y no pudo evitar reír por lo bajo al ver todas las maniobras que hacía aquél hombre por cuidar el asiento del otro lado. Se preguntaba para quién sería, y entonces lo vio... vio entrar al otro italiano, ese del que no sabía tanto porque su papá se limitaba a decir que era un llorón ruidoso... "¿Que no lo era el menor también?" pensó.

- Quiero irme a casa...- murmuró lo más bajo que pudo, hundiéndose en su asiento, de más estaba decir que el hecho de tener el aire acondicionado/calefacción/lo que fuere prendido no le ayudaba en lo más mínimo, es más, se estaba descomponiendo por dentro ante tan poca naturaleza.

Se habia leventado temprano para tomar el primer avion y llegar a dicha reunion... Y lo iso, llego temprano.... pero Le sobrava mucho tiempo asi que se fue a alguna biblioteca por alli.... Eltiempo paso volando y vio que era ya tarde, no mostro reaccion alguna y tranquilo fue al edificio.
Al entrar asusuto a la secretaria lo que le causo gracia.... y continuo su camino... en el elevador se distrajo con un refejo brillante....
Al fin llego al piso.... Y abrio la puerta, Seguia distraido asi que solo camino hasta el lugar que le correspondia co los nordicos.... a un lado de Finlandia.
Al cual saludo de manera sutil...
Hola Finlandia....